El asturiano Juan Carlos Díaz es masajista, dietista y nutricionista del equipo Cofidis y en esta Vuelta a España se ocupa, sobre todo, de su paisano Dani Navarro.
En una vuelta de tres semanas, el papel del masajista es vital para los ciclistas. Después de tantas horas de pedalear, sufriendo las inclemencias del tiempo y los extenuantes recorridos, no hay como ponerse en sus manos. Todos salen completamente relajados y preparados para tomar la salida al día siguiente.
‘Juancar’ lleva 17 años masajeando las piernas de los ciclistas en diferentes equipos.
Este ovetense practicó ciclismo desde niño por influencia familiar, “empecé corriendo en bici gracias a mi tío Roberto Díaz que fue director del equipo Fuente de Oviedo y cuando cumplí los 19 años saqué el titulo de masajista y me puse a trabajar en el equipo, en el que estaba Samu. Cuando él tenía 16 años ya me ocupaba yo de sus piernas y viajaba con él a muchas carreras fuera de Asturias, íbamos a acorrer a Cantabria y País Vasco y siempre ganaba él”, recuerda.
Después, pasaron por sus manos Mario de Sarraga y otros muchos en aficionados, hasta que llegó el trabajo con profesionales. “Debuté como masajista en profesionales en el equipo Santa Clara en la Vuelta a Asturias”.
La del 2014 es su decimoprimera Vuelta a España, “la primera en 2001 con el Lampre – Daikin y aquel año conseguimos tres victorias con Juanma Garate, Robert Hunter y Gilberto Simoni que fue un hombre que me marcó muchísimo, una gran persona dentro y fuera del mundo del ciclismo”.
“Trabajé siempre en equipos extranjeros, además del Lampre estuve en Bigmat, Amore & Vita, Astana y ahora en Cofidis”.
Dietista profesional y masajista, también hace funciones de fisioterapeuta en el equipo “hago la crioterapia con una maquina que tenemos donde los días de calor les meto 15 minutos a 12 grados, que funciona como antiinflamatorio para las piernas”.
El Cofidis es una escuadra francesa que cuenta en su plantilla con tres corredores españoles. ”Estoy muy bien en este equipo y desde que está Dani mucho más, su llegada fue muy importante para mí, porque aunque siempre hubo corredores españoles en el equipo con él mantengo una relación muy especial”. Confiesa Juancar.
A lo largo del año pasa mucho días con los ciclistas y eso hace que se creen vínculos especiales, “mantengo buena relación con todos los corredores, yo estoy más tiempo con ellos que con mis compañeros. Soy el primero en desayunar y después estoy hora y media más con el desayuno de los ciclistas y por la noche en la cena igual, pendiente de que no les falte de nada y que todos los alimentos sean frescos. Aquí en la Vuelta soy yo quien habla con los cocineros para que esté todo como debe”.
A pesar de llevar once años en equipos profesionales, Juan Carlos no tiene contrato fijo, “trabajo eventualmente, todo el mundo se sorprende porque a pesar de llevar once Vueltas a España no me han hecho fijo, pero hago gran parte del calendario, con unos ciento diez días de competiciones y en este mundo esto suele ser normal”.
Durante esta Vuelta ya ha coincidido varias veces en el mismo hotel que el BMC de su amigo Samuel Sánchez y nos cuenta una anécdota: “Me encontré con Samu que estaba con Cadel Evans y me lo presentó y le dijo que yo había sido su masajista desde pequeño, algo que me hizo muchísima ilusión”, concluye Juancar.