Son nuestros ángeles

Un Guardia Civil de Tráfico pierde la vida en una carrera ciclista, al estrellarse contra un vehículo que circulaba en sentido contrario.

El coche robado conducido por un temerario que se dio a la fuga, sembró el pánico.

Organizar una carrera ciclista es muy complicado. Cada vez más. El hecho de que el estadio en el que se disputan las pruebas sean las carreteras por las que habitualmente circulan todo tipo de vehículos entraña gran dificultad. El trabajo de la Guardia Civil de Tráfico, que normalmente pasa desapercibido, resulta imprescindible para que al paso de los ciclistas las carreteras estén totalmente despejadas, lo que permite la disputa de las carreras. Desde los ciclistas profesionales, hasta los más jóvenes, como los que tomaban la salida ayer en Grado, así como todos los componentes de la burbuja de la carrera; comisarios, directores deportivos, organización, etc. mantenemos un vínculo muy especial con los agentes de Tráfico que nos acompañan en las carreras. Tanto la Vuelta España, como la de Asturias y todas las competiciones ciclistas que se celebran a lo largo del año, están protegidas por nuestros ‘ángeles’. La acción del agente que cubría el VIII Trofeo Santiago y Santa-Ana de Grado, la tarde del sábado demuestra hasta que punto se implican en proteger a los ciclistas. Dio su vida por salvar la de los niños que practicaban su deporte favorito, interceptando un vehículo que conducía un loco dispuesto a todo.

El organizador, los ciclistas y todos los que viajábamos ayer en la caravana nos quedamos helados ante la situación que vivimos. Ver a los compañeros del fallecido desconsolados en una circunstancia tan dramática, nos hacía sentir una rabia inmensa.

Nunca podremos agradecer lo suficiente lo que hacen los motoristas de la Guardia Civil de Tráfico por los ciclistas, hasta el punto de dejar su vida por salvar la de los jóvenes deportistas, como demostró el agente fallecido. Descanse en paz.

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Guardia Civil en la Vuelta a España: