Evenepoel vuelve a exhibirse en la Cruz de Linares

Remco Evenepoel (Soudal Quick-Step) ha vuelto a resurgir de sus cenizas en la 18ª etapa de La Vuelta 23. El vigente vencedor de la gran vuelta española se ha vuelto a exhibir con una escapada de más de 160 kilómetros para lograr en la inédita cima de La Cruz de Linares su tercera victoria de etapa en esta edición, tras las conseguidas en Arinsal y Larra-Belagua. El belga también se ha asegurado matemáticamente su victoria en la clasificación de la montaña, un día después de la batalla de l’Angliru, donde fue neutralizado tras otra fuga. Entre los favoritos, Sepp Kuss (Jumbo-Visma) ha ampliado a 17 segundos su ventaja sobre compañero Jonas Vingegaard a tres días de la conclusión de la carrera en Madrid.

Evenepoel escapado en el primer paso por meta

El dorsal 1 de La Vuelta 23 sigue determinado en dejar su huella en la carrera después de perder todas sus opciones de revalidar la victoria en la general en la jornada del Tourmalet, y ha vuelto a dar un recital en su cuarto día de escapada. El belga ha entrado en la fuga del día por cuarta vez en la última semana en un grupo de 14 corredores, acompañado de todo un Egan Bernal (Ineos Grenadiers), ganadores de etapa en La Vuelta como Damiano Caruso (Bahrain Victorious), Andreas Kron (Lotto Dstny) o Imanol Erviti (Movistar Team), Julien Bernard (Lidl-Trek), Lewis Askey, Lorenzo Germani (Groupama-FDJ), Nico Denz (Bora-hansgrohe), Jarrad Drizners (Lotto Dstny), Andrea Piccolo (EF Education-EasyPost), Max Poole (DSM-Firmenich), Hugo Hofstetter (Arkéa Samsic) y Paul Ourselin (Total Energies).

Un día más, Evenepoel ha marcado el guion de la fuga, pasando en primer lugar por el Alto de las Estacas (2ª categoría) y por el durísimo Puerto de San Lorenzo (1ª categoría), punto en el que el belga se ha asegurado matemáticamente su victoria en la lucha por vestir el maillot de lunares en el podio de Madrid. El grupo de escapados ha coronado el coloso asturiano, ya a 90 kilómetros de la línea de meta, con diez minutos de ventaja sobre un pelotón que controlaba Jumbo-Visma sin ninguna ambición de caza, empezando a dar pistas de la paz que buscaban en la resolución de La Vuelta en su semana final. Posteriormente, la selección se ha hecho en el corto pero explosivo Alto de Tenebredo (3ª categoría), donde apenas Caruso, Kron, Poole, Ourselin y Bernal han aguantado el ritmo de Evenepoel a falta de 50 kilómetros para la meta y los dos pasos por el inédito Puerto de la Cruz de Linares.

Y ya en el primer paso por el inédito puerto asturiano se ha visto que Evenepoel tenía una marcha más. El dorsal 1 de La Vuelta 23 ha dejado atrás a poco menos de 30 kilómetros a meta a Max Poole (DSM-firmenich) y Damiano Caruso (Bahrain Victorious), los últimos en ser capaces de seguirle el ritmo hasta a 4 kilómetros de la cima, y se ha marchado en solitario para coronar con más de un minuto de ventaja y llegar triunfal a meta con prácticamente cinco minutos de ventaja sobre Caruso.

Por su lado, entre los favoritos, Mikel Landa (Bahrain Victorious) ha sido el primero en romper las hostilidades en el puerto final, a 5,5 kilómetros de la llegada. El movimiento ha hecho la selección, pero esta vez Jumbo-Visma ha apostado por controlar la situación al ritmo de Jonas Vingegaard. El danés ha permitido que su líder Sepp Kuss llegara a meta junto con Juan Ayuso, Enric Mas y el mismo Primoz Roglic, ganador ayer en l’Angliru y tercero en la general, mientras que él perdía contacto en los últimos metros para quedarse a 17 segundos de Kuss en la general a tres días de la conclusión de la carrera.