Cordero: “Me ha sorprendido que después de 15 años jubilado haya gente que se acuerde de mi para bien”
“Creo que Cristina le pone más cariño de lo que merezco”
Dentro de las actividades que se desarrollarán a lo largo del año 2025 para celebrar el centenario de la Vuelta Ciclista Asturias, Cristina Álvarez Mendo, directora general de la prueba, presentó las insignias conmemorativas que se otorgarán en la próxima edición y que recaerán en el exciclista profesional Óscar Pereiro, además, como miembro del Club Ciclista Aramo recogerá la insignia José Antonio Díaz Soto “Walker”, por parte de los patrocinadores será premiada la Confitería Rialto y en el apartado de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado será la Policía Local de la Ciudad de Oviedo en quien recaiga el galardón. De forma excepcional, en esta edición, se otorga la Insignia de Honor al exdirector de la Vuelta a España, Víctor Cordero.
El asturiano Víctor Cordero fue director de la Vuelta Ciclista a España hasta el año 2008, cuando le sucedió su discípulo Javier Guillén, actual director de la ronda española. Cordero llegó a La Vuelta en 1995 de la mano de Enrique Franco, tras haber estado al frente de la estructura del equipo ZOR que dirigía Javier Mínguez.
El allerano, que recibirá la Insignia de Honor de la Vuelta Asturias el próximo mes de abril, muestra su agradecimiento por el reconocimiento. “Me ha sorprendido que después de 15 años jubilado todavía haya gente que se acuerde y se acuerde para bien, pues siempre es agradable. Pero bueno, creo que Cristina también le pone más cariño, a lo mejor, de lo que merezco”, comentó Cordero tras conocer la noticia.
La relación de Cordero con la Vuelta a Asturias, bien se puede remontar a su infancia, pero es en su época como dirigente del ZOR cuando alcanza la mayor dimensión. “Realmente piensas, a ver, que la Vuelta a Asturias a mí no me debe nada. Yo sí le debo muchas cosas a la vuelta a Asturias, primero por mis orígenes, segundo, cuando yo tenía el equipo, ir a correr la Vuelta Asturias era un acto solemne, porque Mínguez sabía que tenía que llevar el mejor equipo para ir a por todas. Era mi carrera. Y luego, al frente de la Vuelta había una persona que era Julio Álvarez Mendo que, en fin, no voy a ser yo el que lo descubra”.
De su relación con Mendo, Víctor Cordero guarda gratos recuerdos. “Te podía contar muchas anécdotas sobre él, pero te puedo contar una de esas que lo definen realmente. Cuando en los 80, que eran años muy difíciles para el ciclismo español, porque ni había patrocinadores ni nada, la Federación te daba 2 millones de pesetas, o sea, 12.000 € para un equipo y si juntabas otros 12.000 a lo mejor ya podías poner en marcha un equipo. Lo que sí había eran muchos días de competición, había casi 120 días en España. Mendo era el presidente de los organizadores y todos los años teníamos la famosa negociación de las dietas de los equipos. Era vital que el organizador te diera algún dinero, porque si no, no podías ir a las carreras. Éramos cuatro equipos, el Zor, el de Miguel Moreno, que se llamaba Huesitos, el Teka y Rafa Carrasco con el Kelme, y en aquel momento iban a hacer el Reynolds y Julio Álvarez Mendo nos dice: Oye, nosotros no tenemos ni una peseta más, no podemos poner más. Si es cualquier otro organizador quien lo hubiera dicho no le habríamos creído. Lo dijo Mendo y los cuatro equipos dijimos vale, renunciamos un 20% cada uno de nosotros para que salga el Reynolds. Mira que acierto, en aquel momento nació el equipo de más tradición, luego más historia, de más triunfos, de mejores corredores, etcétera. Fue por la palabra de Mendo, a otro no le habríamos creído, pero a él le creía todo el mundo”. Rememora Cordero. “Cuando falleció Mendo yo vine al funeral acompañado de Javier Guillén, que era secretario general de La Vuelta, ya le dije mira, esta señora es de fiar porque es de raza buena de ciclismo, o sea que si puedes, estate a su lado. No te digo que si Cristina me dice mañana que vaya a poner vallas voy, y ya tengo 78 años”.
Víctor Cordero fue uno de los artífices de incluir el Angliru en la Vuelta a España, y ahora que se cumplen 25 años de la primera ascensión cuenta como se fraguó en aquel momento. “Fíjate lo que son las cosas, cuando la hermosísima carrera de la Subida al Naranco, que es una pena que se haya perdido, organizaban también el Critérium Ciudad de Oviedo, que era un sábado, al día siguiente domingo iba a subir yo al Angliru a hacer la primera inspección y me enteré que llevaban al Chava los de allí para que hiciera un reconocimiento y me esperé para no coincidir con ellos, por si luego no se podía subir con La Vuelta. Pasé por el Cordal para hacer tiempo y luego subí a la cima y bajé diciendo, aquí hay que subir sí o sí, como si tenemos que poner al ejército para bajar a los ciclistas”.
Las dificultades a las que se enfrentaron fueran muchas, pero recibieron la ayuda del Principado. “Yo diría que fue más que difícil, pero se dio todo para que efectivamente se pudiera hacer ahí. Ha habido dos hombres vitales para la Vuelta a España en Asturias, bueno tres si me apuras, que fueron Tini Areces, Misael Fernández Porrón, los dos tristemente fallecidos y Gonzalo Alonso, que afortunadamente sigue ahí, al pie del cañón. Luego el alcalde de Riosa, José Antonio Muñiz, también echó una buena mano. Pero además en esa vuelta ya no estuvo Enrique Franco y fui yo el que hizo la primera subida en carrera y no oculto que llevaba más pulsaciones que los ciclistas. También fue otro gran acierto para el ciclismo, yo creo que sí”. Finaliza Víctor Cordero.